miércoles, 20 de agosto de 2008
Perdona a los demas y dejalos ser...
Enviado por Tammy Garcia, de Ecuador
Perdona a los demás y déjalos ser...
Las personas se la pasan la mayor parte de su vida sintiéndose ofendidas
por lo que alguien les hizo.
La sorprendente revelación que te voy a hacer, va a cambiar tu vida...
¡Nadie te ha ofendido! Son tus expectativas de lo que esperabas de esas
personas, las que te hieren.
Y las expectativas las creas tú con tus pensamientos. No son reales. Son
imaginarias.
Si tu esperabas que tus padres te dieran más amor y no te lo dieron, no
tienes porqué sentirte ofendido.Son tus expectativas de lo que un padre
ideal debió hacer contigo, las que fueron violadas. Y tus ideas son las
que te lastiman.
Si esperabas que tu pareja reaccionara de tal y cual forma, o dijera las
cosas de tal manera, y no lo hizo... Tu pareja no te ha hecho nada. Es la
diferencia entra las atenciones que esperabas tuviera contigo y las que
realmente tuvo, las que te hieren.
Nuevamente, eso está en tu imaginación. ¿Enojado con Dios?
Son tus creencias de lo que debería hacer Dios, las que te lastiman.
Dios jamás ofende ni daña a nadie.
Un hábito requiere de todas sus partes para funcionar. Si pierde una, el
hábito se desarma.
El hábito de sentirte ofendido por lo que te hacen otros (en realidad
nadie te hace nada) desaparecerá cuando conozcas mejor la fuente de las
'ofensas'.
Cuando nacemos, somos auténticos. Pero nuestra verdadera naturaleza, es
suprimida y sustituida artificialmente por conceptos que nuestros padres,
la sociedad y televisión nos enseñan.
Y crean una novela falsa de cómo deberían ser las cosas en todos los
aspectos de tu vida y como deben de actuar los demás.
Una novela que no tiene nada que ver con la realidad.
También, las personas son criaturas de inventario. A lo largo de su vida,
coleccionan experiencias: padres, amigos, parejas, etc. y las almacenan
en su inventario interior.
Las experiencias negativas dejan una huella más profunda en nosotros que
las positivas.
Y cuando una persona es maltratada por alguien, deja esa experiencia en
su 'inventario' .
Cuando conoce a alguien, tiene miedo. Y trata de ver si la nueva persona
repetirá las mismas actitudes que la que la hirió. Saca una experiencia
de su inventario negativo. Se pone los lentes de esa experiencia y ve a
las nuevas personas y experiencias de su vida, con esos lentes.
¿Resultado? Se duplican los mismos problemas y las mismas experiencias
negativas.
Y el inventario negativo sigue creciendo.
En realidad lo que hace es que te estorba. No te deja ser feliz. Y a
medida que se avanza en años, se es menos feliz. Es porque el inventario
negativo aumenta año con año. ¿Has visto a las personas de edad avanzada
y a los matrimonios con muchos años? Su inventario es tan grande, que
parece que la negatividad es su vida. Una y otra vez sacan experiencias
de su inventario negativo ante cualquier circunstancia. Una de las
mayores fuentes de ofensas, es la de tratar de imponer el punto de vista
de una persona a otra y guiar su vida. Cuando le dices lo que debe hacer
y te dice 'no', creas resentimientos por partida doble. Primero, te
sientes ofendido porque no hizo lo que querías. Segundo, la otra persona
se ofende porque no la aceptaste como es. Y es un círculo vicioso. Todas
las personas tienen el derecho divino de guiar su vida como les plazca.
Aprenderán de sus errores por sí mismos. Déjalos ser! nadie te pertenece.
Cuando los colonos americanos querían comprarles sus tierras a los Pieles
Rojas, estos les contestaron '¿Comprar nuestras tierras? ¡Si no nos
pertenecen! Ni el fulgor de las aguas, ni el aire, ni nuestros hermanos
los búfalos a los cuales solo cazamos para sobrevivir. Es una idea
completamente desconocida para nosotros'. Ni la naturaleza, ni tus
padres, ni tus hijos, tus amigos o parejas te pertenecen. Es como el
fulgor de las aguas o el aire. No los puedes comprar. No los puedes
separar. No son tuyos. Solo los puedes disfrutar como parte de la
naturaleza. El cauce de un río no lo puedes atrapar. Solo puedes meter
las manos, sentir el correr de las aguas entre ellas, y dejarlo seguir.
Las personas son un río caudaloso. Cualquier intento de atraparlas te va
a lastimar. Ámalas, disfrútalas y déjalas ir. Entonces ¿Cómo puedo
perdonar?
1) Entiende que nadie te ha ofendido. Son tus ideas acerca de cómo
deberían actuar las personas y Dios, las que te hieren. Estas ideas son
producto de una máscara social, que has aprendido desde tu infancia de
forma inconsciente. Reconoce que la mayoría de las personas NUNCA va a
cuadrar con esas ideas que tienes. Porque ellos tienen las suyas.
2) Deja a las personas ser. Deja que guíen su vida como mejor les plazca.
Es su responsabilidad. Dales consejos si te los piden, pero permite que
tomen sus decisiones Es su derecho divino por nacimiento: el libre
albedrío y la libertad.
3) Nadie te pertenece. Ni tus padres, ni amigos ni parejas. Todos
formamos parte del engranaje de la naturaleza. Deja fluir las cosas sin
resistirte a ellas. Vive y deja vivir.
4) Deja de pensar demasiado. Ábrete a la posibilidad de nuevas
experiencias. No utilices tu inventario. Abre los ojos y observa el fluir
de la vida como es. Cuando limpias tu visión de lentes obscuros y te los
quitas, el resultado es la limpieza de visión.
5) La perfección no existe. Ni el padre, amigo, pareja perfectos. Es un
concepto creado por la mente humana que a un nivel intelectual puedes
comprender, pero en la realidad NO EXISTE. Porque es un concepto
imaginario. Un bosque perfecto serían puros árboles, Sol, no bichos...
existe? No. Para un pez, el mar perfecto sería aquel donde no hay
depredadores ¿existe? No. Solo a un nivel intelectual. . En la realidad
JAMAS VA A EXISTIR. Naturalmente, al pez solo le queda disfrutar de la
realidad. Cualquier frustración de que el mar no es como quiere que sea
no tiene sentido. Deja de resistirte a que las personas no son como
quieres o no piensan como tú. Acepta a las personas como el pez acepta al
mar y ámalas como son.
6) Intoxícate con la vida. La vida real es más hermosa y excitante que
cualquier idea que tienes del mundo. Me complacerá decírtelo por
experiencia.
7) Imagina a esa persona que te ofendió en el pasado. Imagínate que ambos
están cómodamente sentados. Dile por qué te ofendió. Escucha su
explicación amorosa de porque lo hizo. Y perdónala. Si tu ofendes, pide
perdón y di por que lo hiciste. Si un ser querido ya no está en este
mundo, utiliza esta dinámica para decirle lo que quieres. Escucha su
respuesta. Y dile adiós. Te dará una enorme paz.
8) A la luz del corto período de vida que tenemos, solo tenemos tiempo
para vivir, disfrutar y ser felices. Nuestra compañera la muerte en
cualquier momento, de forma imprevista, nos puede tomar entre sus brazos.
Es superfluo e inútil gastar el tiempo en pensar en las ofensas de otros.
No puedes darte ese lujo.
9) Es natural pasar por un periodo de duelo al perdonar, deja que tu
herida sane. Descárgate (no confundir con desquítate) con alguien para
dejar fluir el dolor. Vuelve a leer este artículo las veces necesarias y
deja que los conceptos empiecen a sembrar semillas de conciencia en tu
interior. Aprende con honestidad los errores que cometiste, prométete que
no lo volverás a hacer y regresa a vivir la vida.
Y como dirían los Beatles , Let it be! ¡Deja al mundo ser!
Y déjate ser a ti también.'
lunes, 11 de agosto de 2008
IMPARCIALIDAD EN LA CONCILIACION EXTRAJUDICIAL
IMPARCIALIDAD EN LA CONCILIACION EXTRAJUDICIAL
RAFAEL MEDINA ROSPIGLIOSO,
LIMA, PERU
Christopher Moore en su obra “El proceso de mediación”, define muy bien la mediación ( conciliación), resaltando sus principales características y lo hace de la siguiente manera. “La mediación es la intervención en una disputa o negociación de un tercero aceptable, imparcial y neutral que carece de un poder autorizado de decisión, para ayudar a las partes en disputas a alcanzar voluntariamente su propio arreglo mutuamente aceptable”. De esta definición podemos advertir que la imparcialidad es uno de los pilares de la conciliación.
La imparcialidad implica que el Conciliador Extrajudicial deber desarrollar su función al interior del proceso de conciliación extrajudicial desde su inicio hasta su conclusión totalmente independiente y libre de favoritismos o prejuicios sin diferencias, a través de hechos acciones, omisiones y palabras.
Este principio impone al Conciliador extrajudicial la obligación de mirar y ayudar a ambas partes conciliantes por igual sin diferencia alguna, el Conciliador Extrajudicial no debe estar por encima de las partes como Juez, menos a favor de ninguna de las partes como Abogado, sino debe estar entre las partes, en el centro de ambas partes conciliantes y asistirlas por igual para que encuentren la solución a su conflicto de intereses por si solos.
El Conciliador no debe identificarse de ninguna manera con lo que desea una de las partes, por que su accionar se podrá interpretar como una parcialización, el acuerdo debe nacer por la libre y espontánea voluntad de las partes conciliantes, sin que de ninguna manera la voluntad del conciliador se imponga sobre la voluntad de las partes.
Debe asumir una conducta pasiva en la solución del conflicto, limitándose a seguir a las partes por el camino que elijan a fin de que encuentren por si solos la solución a su conflicto y advirtiéndoles cuando se encuentren frente a un abismo o una montaña.
La faz negativa del principio de imparcialidad se produce cuando el Conciliador a través de hechos y palabras, “trabaja” solo para una de las partes conciliantes, inclinándose hacia sus posiciones, intereses y opciones de solución. Es una situación que se va ha percibir en el ambiente mismos de la audiencia, donde el conciliador manifiesta actitudes que favorecen solo a una de las partes en detrimento de la otra parte conciliante.
Hay infinidad de situaciones que pueden ser catalogadas como perdida de la imparcialidad y que se podrían englobar en todas aquellas acciones u omisiones del Conciliador orientadas a favorecer a una de las partes en perjuicio de la otra parte, en todas estas situaciones el Conciliador esta única y exclusivamente al servicio de una de las partes conciliantes y desarrolla todo su potencial para beneficiar solo a una de las partes conciliantes en perjuicio de la otra parte.
PARCIALIZACIÓN POR ACCION
Se producirá cuando el Conciliador muestra un conducta activa y positiva que favorece solo a una de las partes conciliantes y desfavorece a la otra parte, percibiendo la parte perjudicada que el tercero esta en contra y a favor de la otra parte.
Así la parcialización por acción, es fácilmente perceptible a los ojos de las partes conciliantes y de sus respectivos asesores y no requiere de un conocimiento profundo de las reglas que dirigen el proceso de conciliación.
Entre las acciones más conocidas que se pueden calificar como parcialización por acción, podríamos mencionar las siguientes:
Cuando el Conciliador se muestra amable y saluda solo a una de las partes conciliantes, mientras que con la otra parte actúa fríamente o por ultimo no la saluda.
Invitar cortésmente a una de las partes a ingresara la sala de audiencias, mientras que a la otra parte se dirige en forma imperativa o despectiva.
Cuando el Conciliador emite el monologo entra en contacto visual solo con una de las partes conciliantes ignorando al otro conciliante. Asimismo cuando provee solo a una de las partes de derechos sin ningún tipo de obligación a cumplir.
Cuando las partes emiten sus propias versiones sobre los hechos materia del conflicto, el Conciliador escucha solo a una de las partes, o cuando le concede un tiempo considerablemente mayor a una de las partes para que pueda expresar libremente lo que desea, mientras que a la otra parte le concede un tiempo reducido que no le permiten exponer la integridad de su versión sobre los hechos que generaron el conflicto y le corta bruscamente su versión.
En la etapa de identificación del conflicto, el Conciliador descubre, identifica y manifiesta expresamente únicamente solo el conflicto de una de las partes conciliantes y anula, silencia u omite total o parcialmente el conflicto expresado por la otra parte.
En la etapa de identificación de intereses, el Conciliador trabajara solo para descubrir lo que desea una de las partes conciliantes, identificando y develando únicamente el interés de este y desinteresándose por completo descubrir lo que desea la otra parte conciliante.
En la etapa de búsqueda de opciones, el Conciliador brinda solo a una de las partes la oportunidad para que pueda proponer opciones de solución al conflicto o por ultimo cuando le concede mayor tiempo para que generen un mayor numero de opciones, en detrimento de la otra parte quien no tiene el derecho de proponer opciones de solución o tiene un menor tiempo. O cuando limita su participación a debatir solo la propuesta de la parte favorecida, o cuando el conciliador impone una solución en contra de la voluntad de una de las partes.
En el caso que los conciliantes arriben a un acuerdo, informa solo a una de las partes sobre los alcances y efectos del acuerdo. O si informa solo lo hace de manera muy genérica a una de las partes y de manera exhaustiva y detallada a la otra parte o borrando o eliminando o silenciando la parte que perjudica al conciliante favorecido.
Cuando el Conciliador permite que una de las partes redacte el acta de conciliación.
Cuando el Conciliador trata de convencer a toda costa a una de las partes para que acepte la propuesta que beneficia solo a una de las partes.
PARCIALIZACIÓN POR OMISIÓN.
El conciliador mostrara una conducta negativa cuando realiza omisiones que ayudan solo una de las partes del proceso de conciliación en detrimento de la otra parte: como en los siguientes casos:
El Conciliador permanece pasivo ante una situación en la cual una de las partes ofende a la otra parte en palabras o hechos.
Cuando las partes llegan a un acuerdo irrealizable que beneficia a una de las partes y el conciliador permanece callado.
EN RESUMEN:
La observacion cuidadosa de los aspectos mas esenciales de la conducta del mediador nos indicara su grado de imparcialidad. Y cuando hay situaciones limites donde puede haber confusion, la regla sera: "Nadie debe salir de una mediacion en una situacion peor que la anterior al comienzo de esta. Siempre nos debemos preguntar: de que modo se ha mejorado la situacion de ambas partes?
rafael medina
Etiquetas:
imparcialidad,
justicia,
neutralidad
miércoles, 6 de agosto de 2008
El conflicto y la interdependencia de los humanos
Podemos vislumbrar una significación positiva del conflicto. El conflicto como un indicador de la interdependencia de las relaciones humana puede ser positivo, incluso creativo. Además se nos muestra inherente a las relaciones humanas. Las relaciones humanas son intrínsecamente conflictivas: los seres humanos chocamos, topamos unos con otros. De ese choque puede surgir la anulación de las otras y los otros o la transformación creadora entre las propias tensiones de los conflictos. El papel creador y transformador del conflicto no nos exime de tensiones, indecisiones y de no saber qué hacer. Para eso también nos necesitamos unos a otros.
Aquí surge el papel de la mediación. Quien media en un conflicto, interviene, viene a ponerse entre las partes, se pone en medio, intercede. Desde mi propuesta de reflexión filosófica quien media ha de reconocer las intuiciones morales de las partes en conflicto y provocar su explicitación. Las propias partes en conflicto son competentes moralmente y saben que pueden hacer las cosas de otra manera. Se trata de interceder para reconstruir las alternativas conjuntamente, para ampliar la visión del conflicto, para transformarlo sin la anulación de las otras o los otros. En lo que resta del trabajo voy a profundizar filosóficamente en la reconstrucción de la normatividad de lo que nos podemos pedir unos a otros a partir de la experiencia moral y de las experiencias de reconocimiento, para transformar los conflictos. Previamente, voy a resumir algunas ideas fundamentales de los conflictos tomadas de la investigación para la paz.
quiere leer la continuacion? Aqui esta:
El reconocimiento como transformación de conflictos
Vicent Martínez Guzmán
http://inter-mediacion.com/martinezguzman.htm
Etiquetas:
conflicto positivo,
experiencia moral
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