sábado, 31 de enero de 2009
El antídoto para la depresión
El 2008 fue un año difícil para muchos. La crisis financiera ha dejado a
miles sin trabajo o sin capital. Algunas personas, incapaces de afrontar
las expectativas que se vienen, se han sumido en la depresión o han
pensado en el suicidio. Hay muchas formas positivas de manejar una
depresión. Una de ellas es la terapia psicológica, otra es tomar
antidepresivos. Yo quisiera proponer una tercera alternativa, que es
gratis, pero cuesta esfuerzo: “la gratitud”.
El doctor Glen Affleck, de la Universidad de Connecticut, estudió a
pacientes con enfermedades crónicas, a padres de niños enfermos recién
nacidos, a parejas que no podían tener hijos y a personas que sufrieron
un ataque al corazón. El doctor Affleck encontró que la forma en que
estas personas se explicaban a sí mismas sus sufrimientos y desgracias,
afectaba su recuperación emocional en el futuro. Algunos de ellos se
preguntaban: ¿por qué me tocó vivir esto a mí? O buscaban culpables,
demorando su recuperación. Aquellos que se recuperaban más rápido del
trauma eran los que trataban de encontrar algún aprendizaje de la
situación difícil y mostraban gratitud por lo bueno que tenían en la
vida, en lugar de dedicarse a quejarse de lo malo.
La gratitud es un sentimiento, una actitud y una forma de enfrentar la
vida que nos permite ser más felices y evitar la depresión. Numerosos
estudios nos demuestran que mostrar gratitud en nuestras vidas nos
permite:
- Ser más felices, más sanos y longevos.
- Tener mejores relaciones interpersonales y ayudar más a los demás.
- Enfocar la atención a lo bueno que nos sucede y dejar de prestarle
atención a lo negativo.
- Contentarnos con lo que tenemos, sin envidiar a los demás.
- Saborear el presente y tomar conciencia de lo afortunados que somos por
los regalos que la vida nos da.
- Darnos cuenta de que no estamos solos en el mundo, sino que hay
personas o fuentes divinas que se preocupan por nosotros.
Desgraciadamente, en nuestra sociedad la gratitud no se fomenta tanto
como el egoísmo. Según el doctor Emmons, experto en gratitud, un joven a
los 21 años de edad ha visto 1 millón de comerciales en televisión. Los
comerciales, en su mayoría, intentan convencernos de que no estaremos
completos hasta que adquiramos un producto. Muchos de los comerciales nos
influencian para ser más egoístas, para buscar nuestro propio beneficio
“siendo mejores” si adquirimos el producto. La publicidad nos enfoca a
nunca contentarnos con lo que tenemos, a buscar más y más bienes
materiales para ser felices, especialmente en la época de Navidad.
En estos tiempos, separe un momento para ir en contra de la corriente y
buscar su felicidad. Reflexione sobre el año que pasó, piense en aquellos
“regalos” que recibió en este periodo, en las cosas buenas que le
ocurrieron. Piense en sus diferentes roles y ámbitos en la vida, como
padre, hijo, esposo, trabajador, amigo, ser humano, y reflexione sobre
todo lo bueno que le pasó. Tómese un tiempo para saborear el sentimiento
de gratitud que emerge.
Si tuviera que agradecer este año a una persona en especial que ha hecho
mucho por usted y que no ha tenido la oportunidad formal de agradecerle,
¿quién sería? Escriba una carta de agradecimiento a esta persona y luego,
si es aún posible, léale la carta. Finalmente propóngase hacer un diario
de gratitud, escribiendo todo por lo que se siente agradecido. Con estos
ejercicios, estará incorporando en su cuerpo un antídoto natural contra
la depresión. Estará imprimiendo su personalidad con una dosis fuerte de
gratitud que lo ayudará a ser más feliz.
Por DAVID FISCHMAN (enviado por Tammy Garcia: tgarcia@superban.gov.ec)
El autor es miembro de Beyond Leadership Group.
Etiquetas:
conflicto positivo,
depresion,
felicidad,
gratitud
domingo, 18 de enero de 2009
El Abuso Emocional esta en todas partes!
Esto es un grafico explicatorio de todas las maneras en que podemos abusar de otros, ya sea ninos o grandes. Hay formas mas o menos aceptadas en cada cultura (por ejemplo, cuantos de Uds. se indignan cuando ven a una madre pegarle a su hijo en publico? Y le dicen algo, o la detienen?) pero todas son humillantes y degradantes de la otra persona.
Lo mas triste es que no solo humillamos aqui y ahora, sino que le ensenamos en el futuro a convertirse en humillador de otros; asi la trasmision social del abuso se garantiza.
Podriamos esta semana estar alertas a los signos del abuso emocional, identificarlos y pensar cual es su efecto a largo plazo? Quizas si empezamos a hablar del tema, podamos comprender su efecto social y pensar en maneras de generar respeto.
Etiquetas:
abuso emocional,
dolor,
humillacion
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