jueves, 2 de diciembre de 2010

Las fiestas, y algunas mediaciones riesgosas....














No, no estoy hablando aquí de las mediaciones espontáneas que hacemos en el ámbito familiar cuando las fiestas nos convocan, y tenemos que encontrarnos con gente que no hemos visto por largo tiempo....
Aqui en Florida, USA, esta tomando importancia una mediación entre los deudores de hipotecas atrasadas, que entran en el proceso de ejecución, (foreclosure) y los acreedores. Por supuesto, hay un entrenamiento para mediadores; el punto que me preocupa es aquella cuestión teorica que siempre discutimos en clase:
Como balancear el poder de las partes en la mesa de negociación?
Es el mismo tema que se planteo al decidir usar la mediación para resolver temas de tenencia de la tierra entre los viejos dueños (los dueños tradicionales de la tierra) y los nuevos dueños (generados por la revolución sandinista) en Nicaragua...
En un lado teníamos los muy preparados profesionales del litigio y por el otro un campesino no demasiado educado en la defensa de sus derechos y ademas, asustado y preocupado por que el resultado de esa mediación le decide su vida futura.
Aqui es casi la misma dinámica: dueños de hipotecas que no pueden pagar por que han perdido el trabajo por la recesión, (y no tienen ingresos, o sean no tienen poder) y los abogados de las companias de hipotecas y/o bancos.
Este es uno de los temas que hacen al corazón de nuestra tarea, y fuerza a pensar en como proveer soluciones equitativas...
Que otras situaciones han encontrado Uds, donde el desequilibrio de poder hace temer no poder ofrecer un proceso equitativo?
Espero sus comentarios!

3 comentarios:

Alberto Coitiño dijo...

Sin dudas las diferencias de poderes entre las partes genera una desigualdad al momento de mediar que que le resulta muy dificil compensar al mediador sin que pierda la neutralidad.
Además la parte mas débil puede asumir una actitud de evitación al concebir la imposibilidad de acceder a un acuerdo que le convenga o ponerse a la defensiva evitando todo tipo de acuerdo con la parte mas poderosa.

Unknown dijo...

Claramente puede observarse el desequilibrio de poder en un conflicto patrono - trabajador. Aun cuando la legislación venezolana prevé proteger el hecho social trabajo, el ordeniento jurídico interno ha previsto un cumulo de disposiciones cuyo objetivo fundamental es proteger al trabajador como débil económico a expensas de volver debil juridicamente al patrono. Es un asunto complejo lograr el equilibrio de poder las partes sin que el mediador deje de ser imparcial. Saludos desde Venezuela!

Unknown dijo...

Nora:
En primer lugar, respecto a la mediación entre deudores y acreedores, hay que romper esa idea de balancear el poder de las partes. Antes de que se inicie la mediación es imprescindible que el deudor y acreedor se encuentren para llegar a un acuerdo que beneficie a ambos.
Deben sentarse y, en primer lugar, ponerse de acuerdo en cual o cuales son los problemas entre deudor y acreedor. Una vez que se han definido los problemas, tienen que buscar soluciones lógicas y humanas para llegar a un acuerdo. En este momento, ambos deben tener en cuenta la posición de su contrario (empatía). No es suficiente con saber hablar, sino también hay que escuchar, comprender lo que el otro dice, como lo dice y porqué. Es necesaria la confianza y la comunicación entre ambos y también un compromiso.
Con respecto al segundo tema, es muy peligroso hacer mediación teniendo detrás abogados. No tengo nada en contra de los abogados, simplemente los abogados en una mediación deberían ser asesores jurídicos y no abogados. Quienes tienen que hablar y escucharse son los dueños tradicionales y los dueños de la revolución sandinista. Ellos son los que tienen que negociar. Ellos son los que deben buscar soluciones.
Por tanto, los abogados deberían sentarse detrás de los que están en conflicto y cuando surge una duda jurídica que dé su opinión. De lo contrario se produciría una guerra entre abogados buscando la mejor solución para su cliente y no para todas las partes.
En estos problemas por las tierras, puede proponerse la idea de que los viejos propietarios y los nuevos de la revolución trabajen juntos, codo con codo, que se animen a crear lo que en España llamamos Cooperativa, que es una forma de asociarse para llevar a cabo determinadas actividades empresariales y así satisfacer sus necesidades y aspiraciones económicas.
Nora, tocas un tema bastante serio porque la gente sencilla, la que no tiene demasiada formación académica (aunque sí educación y respeto) cuando se ven en un conflicto, todo les parece grande, creen que la situación no la pueden controlar. Se bloquean y, como una forma de autoprotegerse, se reafirman en sus ideas. Por eso es bueno que esté el mediador, para que les anime a hablar, a expresarse sin formalismos, como ellos mismos saben y a escuchar lo que el otro cuenta porque es tan importante como el suyo.